La Iglesia Católica recomienda a la población que este Día de los Padres se despoje de la envoltura comercial, y le dé el verdadero sentido de celebrar la presencia fecunda de hombres forjadores de una familia sana de respeto y civismo para la convivencia social.
El pedido lo vierten en el editorial del semanario Camino, que comienza a circular desde este domingo en parroquias y puestos de expendios de impresos, en el que felicita a papá en su día, del que siempre hoy, como ayer, “necesitamos de tu presencia fecunda, del testimonio de vida que nos permitirá enfrentar la falta de respeto, civismo y honestidad, que amenazan con destruir el futuro de la nación.
“¡Qué bueno que el Día de los Padres lo vamos despojando de la envoltura comercial, para darle el verdadero sentido de gratitud hacia ese ser maravilloso que nos llena de amor, cumpliendo así la misión que Dios le encomendó”, se lee en el medio religioso.
Expone además, “qué hermoso participar del encuentro familiar el último domingo de julio, donde el imán que nos congrega es papá, porque al igual que la madre, un buen padre es el reflejo perenne del amor del Creador”.
Trae un mensaje del papa Francisco en el que señala, que ojalá que cada papá sea para sus hijos, custodios de su crecimiento en edad, sabiduría y gracia.
Agregando, que los padres deben ser custodios del camino de los hijos, educadores, y que caminen con ellos, donde con esta cercanía lleguen a ser verdaderos educadores.
Camino con regocijo manifiesta, “qué alegría observar cómo crece cada día la muestra de cariño y aprecio hacia nuestros padres”, para añadir, que aunque este amor siempre ha existido en los hijos agradecidos, ahora se nota una mayor manifestación de ternura hacia ese ser maravilloso que Dios nos regaló.
Clama, “cuántos padres se van consumiendo día a día como un cirio encendido, para alumbrar a quienes están a su alrededor, haciendo del hogar un nido de entrega y comprensión”.
Resalta, los papás ejemplares que “tenemos en nuestros campos y ciudades, y que son robles que resisten tempestades de escasez en tiempos difíciles para que a sus hijos no les falte el pan.
La Iglesia Católica Dominicana, valora que estos padres son capaces de soportar la vida más dura, mientras en silencio van abriendo surcos para que florezca la esperanza familiar en toda su dimensión. POR HILARIÓN ISALGUÉZ
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