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viernes, 29 de abril de 2016

¿Elecciones 2016 o juego de azar?

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, define “el juego de azar” como un juego organizado que se basa en la suerte más que en la habilidad o la inteligencia de los participantes. La lotería, el bingo, y los dados son juegos de azar. Mientras que elecciones, significa, mecanismos a través del cual los miembros de una comunidad eligen por votación representantes a cargos políticos. En este contexto, el próximo domingo 15 de mayo, estamos siendo invitados a participar democráticamente para elegir libremente a uno de los candidatos que figuren en cada una de las tres boletas que recibiremos ante el delegado de la Junta Central Electoral. Serán elecciones presidenciales, Congresuales y Municipales. La última vez que asistimos a un escenario similar,  fue en mayo de 1994.
    
Por qué motivo he titulado a este artículo: ¿Elecciones 2016 o juegos de azar?, la razón principal ha sido que esta vez el número de candidatos desborda lo acostumbrado. Cada ciudadano dominicano tiene derecho a aspirar a un cargo público, pero pongo en duda que el elector común, registre en su cerebro, para un mejor discernimiento,  todos los nombres de los candidatos a la Presidencia de la República, al Congreso y a la Alcaldía de su Municipio. Da la impresión que todos los candidatos tienen la esperanza firme de ser electos, que todos se sienten con la máxima posibilidad de ser elegidos. Nadie quiere sacrificarse por el que tiene más posibilidades de ser elegido, y aunque las encuestas realizadas arroja que está en el último lugar, que no tiene ninguna posibilidad de ser elegido, el candidato se contenta con saber que su foto y su nombre figura en una de las tres boletas, resultando para él irrelevante ganar o no, convirtiendo su tozudo capricho en una vanidad fuera de lo común. 
    
Todo candidato debe presentar por escrito su programa de gobierno, donde da detalles de lo que haría si resulta favorable con el voto del ciudadano elector. No he visto hasta ahora un programa de propuestas, pues una cosa es un spot publicitario, y otra cosa muy distinta, conocer el contenido de lo que haría a favor de su municipio, provincia o país, si resulta electo.
    
Escucho decir a la gente en la calle: “no sé por quién votar, conozco a pocos de esos candidatos, y los que conozco no me convencen”. Otros expresan: “echo el voto por quien me dé más dinero”. Pocos son los electores que tienen conciencia clara de lo que significa para una nación elegir a sus representantes para la administración pública. El lema de la Junta Central Electoral es: “¡elegir es tu derecho…ejércelo! Nunca he estado de acuerdo con la abstención del voto, pues es la peor vía.

 Los criterios de los partidos políticos para inscribir los candidatos deja mucho que desear, pues algunos han improvisado los nominados, la gran mayoría son desconocidos. Para pasar de desconocido a conocido, solo basta darse a conocer, algo que faltó a la mayoría de los candidatos. Más que un análisis concienzudo de quién es el mejor, en función de su capacidad e historial de trabajo social y profesional,  para ese municipio o circunscripción, lo que se ha hecho es decirle al miembro  del partido: “Tú has sido el elegido, ven dame tu cédula, somos amigos, y necesito llenar este formulario,  sellarlo y firmarlo, eres formalmente el candidato por nuestro partido”. ¡Que pena! Cuando se supone que los partidos y movimientos políticos, han tenido algunos cinco,  y otros tres años para organizarse electoralmente, por eso afirmo que acudimos a un “juego de azar electoral”, y no necesariamente a unas elecciones democráticas, libres y transparentes. 
Felipe de Js. Colón 

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